“El concepto cristiano de Dios –Dios como Dios de los enfermos, Dios como araña, Dios como espíritu– es uno de los conceptos de Dios más corruptos a que se ha llegado en la tierra; tal vez representa incluso el nivel más bajo en la evolución descendente del tipo de dioses. ¡Dios, degenerado a ser la contradicción de la vida, en lugar de ser su transfiguración y su eterno sí! ¡En Dios, declarada la hostilidad a la vida, a la naturaleza, a la voluntad de vida! ¡Dios, fórmula de toda calumnia del “más acá”, de toda mentira del “más allá”! ¡En Dios, divinizada la nada, canonizada la voluntad de nada!...” (Nietzsche, F; “El Anticristo”).
Como ya sabemos, Nietzsche adoptaba un estilo de vida nihilista, es decir, que no creía en un ser superior, pero mas allá de esto, el hacía referencia a las diferencias de cada una de las religiones, y creía, a pesar de esto, que hay algunas que se adecuan mejor a la realidad que otras. El monoteísmo representa la desvalorización del verdadero mundo, la hostilidad a la naturaleza, y a la vida en sí; en cambio el politeísmo expresa la riqueza de la realidad, no se ha separado radicalmente de la vida, refleja la pluralidad y riqueza de la realidad, tanto en sus aspectos luminosos, ordenados y positivos. El concepto de Dios sirve para objetivar los valores en los que cree una cultura, así el Dios cristiano representa los valores negativos y contrarios a la vida, los valores de la impotencia, mientras que el mundo divino propuesto por el politeísmo representa los valores afirmativos, la fidelidad a la Naturaleza.
Esto parece, por un lado, tener mucho sentido, ya que al tener más de un dios, estos podrán mayor control sobre la cuestión de cada uno, y el área al que cada uno está destinado. Pero por otro lado, es muy contradictorio, ya que al hablar de “dios”, estamos hablando de algo absoluto, de un ser superior perfecto, entonces, ¿Cómo puede existir, en una religión, más de un dios? ¿Mas de un ser absoluto que tenga la razón de la existencia, la razón en absolutamente todos los aspectos de la vida? ¿En este sentido, no es más coherente que haya un solo dios? Sin entrar en los dogmas de cada religión, ¿es posible, para una persona común, imaginarse en el mas allá mas de un ser absoluto? ¿A más de un ser perfecto? ¿Como sería entonces el dios perfecto?
Juan Manuel Risueño
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