miércoles, 16 de noviembre de 2011

Dios a imagen y semejanza del padre carnal

Nadie podía ni debía alcanzar ya nunca la omnipotencia del padre, objeto de los deseos de todos. De este modo, la hostilidad contra el padre, que impulsó su asesinato, fue extinguiéndose en el transcurso de un largo período de tiempo, para ceder su puesto al amor y dar nacimiento a un ideal, cuyo contenido era la omnipotencia y falta de limitación del padre primitivo combatido un día y la disposición a someterse a él. La primitiva igualdad democrática de todos los miembros de la tribu no pudo ser mantenida, a la larga, a causa de los profundos cambios sobrevenidos en el estado de civilización y entonces surgió una tendencia a resucitar el antiguo ideal del padre, elevando a la categoría de dioses, hombres que se habían demostrado superiores a los demás. Actualmente, nos parece inconcebible que un hombre pueda llegar a ser dios y que un dios pueda morir, pero la antigüedad clásica admitía sin esfuerzo alguno estas representaciones. Freud, S. "Totem y Tabú"

Creamos en nuestra mente a un ser divino que no puede no asemejarse al ser humano y específicamente a la imagen que tenemos de nuestro padre debido a que vivimos en un estado constante de complejo de edipo el en que no podemos dejar ir a éste. Por esto se dice que al momento de formar una pareja buscamos en el otro, en el caso de la mujer que se parezca a su padre y en el caso del hombre que se parezca a su madre.

Stefanía Hueller

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